La fascinante historia de Carmen Díez de Rivera llega al TAM este sábado 24 de febrero, a las 20 h, avalada por el éxito de la pasada temporada en el Teatro Español y con prácticamente todas las entradas vendidas.
El teatro municipal Adolfo Marsillach presenta “Carmen, nada de nadie”, una apuesta por la cultura con mayúsculas que comienza aquí su gira nacional, este sábado 24 de febrero. El Teatro Español la llevó a su cartelera la pasada temporada con un lleno total en cada una de sus funciones, además de una enorme repercusión en medios de comunicación nacionales. Precedida de este éxito, “Carmen, nada de nadie” llega a nuestra ciudad, avalada por la crítica y acompañada de un taller de dramaturgia que ofrecerán de forma gratuita los autores Miguel Pérez García y Francisco M. Justo Tallón, cuyas plazas ya están agotadas.
Thriller político con un trasfondo de novela dramática
Carmen Díez de Rivera fue la primera mujer de este país en dirigir el gabinete de un presidente del gobierno, Adolfo Suárez. Paco Umbral la llamó “La musa de La Transición” y su trabajo tuvo un enorme impacto en los 11 meses que precedieron a las primeras elecciones democráticas. Amiga personal de Juan Carlos I, Carmen procedía de una familia aristócrata muy vinculada al franquismo y a la alta sociedad de la época. Estudió en Oxford, en la Sorbona y hablaba cuatro idiomas, pero en su juventud se hizo monja porque se enteró de un secreto familiar que la marcaría para siempre.
Ella estaba profundamente enamorada del hijo del ministro de Franco, Ramón Serrano Súñer e iban a casarse, pero su madre tuvo que confesarle que había sido amante del propio Súñer, y de esa relación había nacido ella, por lo que su novio era, en realidad, su hermano biológico.
Aunque quiso literalmente irse de este mundo, el destino tenía otros planes para ella y el entonces príncipe Juan Carlos la convenció para que aceptara trabajar con el que era director de RTVE, Adolfo Suárez. Así, Carmen forma parte del capítulo más relevante de la historia reciente de España, peleando por conseguir un mundo más justo y una sociedad mejor y más digna.
Carmen, nada de nadie” es una obra escrita por Miguel Pérez García y Francisco M. Justo Tallón. El director es Fernando Soto, y el elenco artístico está formado por Mónica López (Carmen Díez de Rivera) Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massán.
La heroína de una tragedia griega
Carmen Díez de Rivera pidió que tras su muerte se quemaran todos sus diarios personales. Lo que se sabe de ella está documentado en escasos libros y algún documental. Por Ana Romero, una periodista que la entrevistó en repetidas ocasiones, se tiene constancia de muchos aspectos de su vida, pero gran parte sigue quedando en una intimidad de la que no queda registro. Todo este halo de misterio en torno a una vida de película desata irremediablemente la fabulación y empieza a adquirir, como dice el dramaturgo Miguel Pérez, “un tono de tragedia griega, de la que ella es la protagonista, al estilo de Antígona o Electra. Una mujer llamada por el destino con unas fuerzas que se oponen a que lo cumpla”.
Ella tenía unas ideas muy adelantadas a su tiempo, ya desde niña. Una de ellas se produce en los años 50, cuando las monjas de su colegio le preguntan “¿qué quieres ser de mayor?”, y ella responde: “quiero ser libre”. Carmen también deja constancia en los años 60 del concepto de feminismo que tenía, adelantadísimo a su época, y de una gran conciencia medioambiental. Ella ya alertaba de que se tenía que preservar el medioambiente cuando nadie hablaba de ello.
Entrevista con Miguel Pérez García, dramaturgo y coautor de la obra
La dramaturgia es la forma que adopta cualquier narración cuando se lleva a un escenario. Es el paso previo al trabajo de la dirección, obra de Miguel Pérez García y Francisco M. Justo Tallón.
Nosotros hemos escrito juntos otras dos obras de teatro, y ya cuando estábamos metidos en el trabajo de la segunda de ellas me hablaba de un personaje que él conocía y que le parecía que tenía muchísimo interés dramático. Estaba harto de que no le hiciera caso hasta que me regaló un libro de Manuel Vicent, que se llama “El azar de la mujer rubia” y me quedé enganchado del personaje.
Ese fue el gran dilema, qué contamos y cómo lo contamos. Ahí es donde más vueltas le dimos a la historia y más versiones hicimos.Y finalmente decidimos que nos íbamos a centrar en los 11 meses más salvajes de historia reciente de España. Todas las semanas ocurría algo que podía saltar por los aires todo el proceso de transición. En ese momento ella es la jefa de gabinete de presidencia de Adolfo Suárez, pero para poder entender las circunstancias tan extraordinarias de esta mujer necesitas saber más sobre su vida y eso lo resolvemos de una forma muy concreta, a través de un recurso dramático, que no voy a desvelar.
La forma de resolver en escena todo lo que te estoy contando es trabajo de la dirección, es lo que yo llamo “cuando viene Paco con las rebajas” o “Eduardo Manostijeras”. Aunque la realidad de nuestra obra es que hemos podido trabajar de forma muy cercana con Fernando Soto, el director. Ha sido una creación a fuego lento en todas las fases, no solo en la dramaturgia. Eso es una suerte. Hemos contado con una productora muy comprometida con la historia, Esther Bravo, y un casting que se ha comprometido muchísimo con la producción. Pero lo normal es que un autor teatral escriba el texto, lo entregue a la productora y ahí se sacaba todo.
Pues nos ha sorprendido gratamente que los elementos que nos daban miedo se han convertido en los impulsores del éxito. Todo el mundo nos decía “no os metáis en política”, pero la historia de una mujer en la transición, con su drama personal, ha sido recibida con mucha emoción. Nos han llegado comentarios de personas de todo color político que solo se han referido a la parte emocional del personaje, que en realidad es en lo que nos hemos centrado, sin maniqueísmos.
Hemos contado lo que pensamos que era ese personaje en esa época. Hemos escrito una ficción, porque todo lo que ocurre sobre el escenario se desarrolla a partir de conversaciones privadas cuyo contenido nadie nos ha revelado. No hay ningún intento de tener razón, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad. Me gusta poner el paralelismo con la película “Malditos Bastardos” de Quentin Tarantino, que te cuenta la historia de una pandilla que persigue nazis como al director le hubiera gustado, pero en realidad no fue así.
La Plaza de Sanse
